Las variaciones de iluminación y de penumbra que la propia luz comporta, hacen que el sol sea un elemento revivificador del espacio y articulador de las formas que en él se encuentran.
Basándonos en su intensidad y distribución, en una habitación es evidente que la luz solar puede clasificar las formas espaciales o, por el contrario, deformarlas; puede crear una átmosfera agradable o infundir un ambiente sombrío.
La Casa Kaufmann destila espacio en los planos horizontales.
Dado que la intensidad de la luz que emite el sol es suficientemente constante y su dirección abosultamente previsible, los determinantes relativos a su impacto visual sobre las superficies, las formas y el espacio de un estancia, son la dimensión, la situación y la orientación de ventanas y claraboyas o lucernarios.
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